Las pesadillas infantiles y los Terrores nocturnos se engloban dentro de los Trastornos del Sueño, en el grupo de las Parasomnias, que son aquellos trastornos del sueño que se caracterizan por conductas anormales asociadas al sueño. En el niño puede requerir intervención psicológica si aparece miedo a dormirse, a la oscuridad, a conciliar el sueño o problemas de irritabilidad o ansiedad.
DIFERENCIAS ENTRE LAS PESADILLAS Y LOS TERRORES NOCTURNOS
PESADILLAS
TERRORES NOCTURNOS
Normalmente el niño se despierta durante el episodio y recuerda el contenido del sueño.
A pesar de que puede incorporarse de la cama e incluso llorar o gritar, resulta muy difícil despertarle. No recordará nada.
Los contenidos del sueño recordados son muy elaborados.
No recuerda el contenido
Durante los episodios no suelen aparecer movimientos ni vocalizaciones ya que no existe tono muscular. En el caso de que aparezca alguna palabra o grito indica el final de la pesadilla.
Pueden aparecer verbalizaciones y/o vocalizaciones
Al despertarse: sensación de miedo y ansiedad asociadas al recuerdo del
sueño
Se experimenta una intensa ansiedad con gran agitación
Aparecen en la fase de sueño REM.
Aparecen en el sueño No REM.
Suelen darse en la segunda mitad de la noche.
Se dan en la primera mitad de la noche.
Inicio entre los 3 y 6 años.
Inicio entre los 4 y 12 años.
Suelen remitir a medida que el niño se hace mayor
Suelen desaparecer con el tiempo y normalmente no precisan tratamiento farmacológico
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