Una buena calidad de sueño es condición necesaria para una vida sana y equilibrada. Ante problemas personales, enfermedades o otras circunstancias estresantes, el sueño es una de las primeras variables a ser afectadas, dando lugar a diferentes tipos de trastornos. La falta de tratamiento o la resolución inadecuada pueden llevar a un problema crónico, aunque la causa inicial asociada haya desaparecido.
De los diversos tipos de trastornos del sueño el de mayor prevalencia es sin duda el insomnio. Actualmente las intervenciones disponibles para el manejo del insomnio son de dos tipos: farmacológicos y no farmacológicos. El abordaje no farmacológico se constituye de un conjunto de técnicas que, mediante cambios en el ambiente, en los hábitos y en el desarrollo de habilidades específicas del paciente, procuran disminuir los problemas del sueño. Es una aplicación de la teoría y técnicas psicoterapéuticas de la psicología cognitiva-conductal, que describimos a seguir: