Las quejas subjetivas sobre la calidad del sueño son muy frecuentes en ancianos, aproximadamente entre el 25 y el 40% de esta población presenta algún trastorno del sueño.
Los ancianos pasan más tiempo en cama, tardan más tiempo en conciliar el sueño, una reducción del sueño de ondas lentas (delta) y menor tiempo total de sueño, así como una modificación del ritmo circadiano de vigilia-sueño.